Ella y yo



Dal, hoy se me dio por escribirte porque sería el colmo no hacerlo. Tu eres mi 50%, mi alter ego, la mujer a la que no se le acaban las fuerzas cuando yo tiro la toalla, eres la cara con la que escondo la depresión. Tu me mantienes a punta de encanto de mujer libre, seductora y sexual. Representas a las mujeres libres, las mujeres solas, las mujeres sin moral, las mujeres a las que les vale huevo los estereotipos, que viven del tabú y desafían a la sociedad. Ellos creen que alimentas al patriarcado pero el patriarcado te alimenta a ti.


Quise escribirte para que cada vez que mi tristeza te haga desvanecer, te acuerdes de mí dándote las gracias. Valoro todo lo que haces, tu valentía. Prometo dejar de cuestionarte y de juzgarte. Gracias por acceder y proceder. Gracias por enseñarme a través del descubrimiento de tu sexualidad y la sexualidad de los que te adoran. Eres mi mujer ideal, la mujer que quisiera ser las 24 horas del día y no solo 5, eres la mujer en la que ya me estoy convirtiendo.

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