Éxtasis

3:03 am

El bajón del éxtasis empieza a sentirse.

No estoy lista para la monogamia, para la fidelidad. Soy una mujer coqueta, soy deseada. Me gusta sentirme así. Me gusta que me miren. No sé que voy a hacer contigo y la manera como me siento cuando estamos juntos, y la manera como me siento cuando estoy en una pista de baile. Soy dos personas en una. No es compatible ¿Qué va a pasar aquí? Dime. Ya me cansé de esperar a que tengas tiempo, a que tengas ganas ¿Qué va a pasar? Me pierdo mil cosas mientras me pregunto eso una y otra vez. 

Me cansé de la incomunicación, la lentitud, las coincidencias, la adultez, me desencanté de ti, de mí, de mi pequeña vida. No hay futuro ni éxito, eso no existe. Ya nada me entusiasma. El trabajo es una carga, el estudio es una carga. Lo que me hace feliz son las banalidades pero nadie vive así. Me toca vivir una vida miserable para poder disfrutar de pequeños oasis cada que se puede. Me rehúso, me rehúso. Las drogas, el sexo, la belleza no son adictivos, lo que lo jode a uno es el placer, eso si es peligroso, eso si envicia. Me envició. 

Siempre termino sola, pase lo que pase. Sola, aquí, acostada, fumando, viendo las lucecitas de la pobreza en la montaña. Pero no tengo frío, siento la sangre caliente recorrerme por dentro de arriba a abajo, de arriba abajo. Los dientes apretados, el palpitar rápido. Soy una decepción, lo bueno es que nadie todavía se ha enterado. Me lo tengo bien guardado. Soy buena actriz.

Soy demasiado buena vida, pero eso no me hace sentir culpable. Quisiera poder sentirme mal, cambiar mi actuar, no sentir frustración con los lineamientos de vida normal que la gente vive, que todos vivimos. El problema es que no encuentro otra alternativa, no sé que hacer, por eso el pensamiento recurrente de suicidio.

Tu deberías estar aquí, complaciéndome, aprovechando esta sensibilidad de mi piel para llevarme al verdadero éxtasis. Toda la noche. Todo el día, mi amor, porque hoy no voy a dormir. Tu tampoco deberías. Debería estar sintiendo tu lengua en mi sexo y tus fluídos en mi boca, y el sudor que no se sabe de quién es por todo el cuerpo, y a ti dentro de mí. Pero no estás, casi nunca estás. Y te extraño ¿Quién me entiende?. "¿Me amarás mañana?" dice la canción, y me lo pregunto cada vez que estoy contigo. Cuando sales por la puerta ¿existo? ¿existo en esa pequeña vida? ¿perduro? ¿perduro un día? ¿dos? ¿cuántos, mi amor? ¿cuántos? ¿horas? ¿me has mentido? tu sabes que yo te creo, lo que me digas te lo creo. Suficiente paz mental me robas, como para regalarte un poquito más. Pero se siente rico estar entre tus brazos. Se siente bien saber que existes y que me miras a los ojos cuando hacemos el amor. Que me hablas al oído y que me cuentas cosas íntimas. Se siente rico.

Quisiera poder conocer a alguien para hablar y hablar y seguir hablando de estupideces y hacer estupideces. Quisiera conocer a alguien igual a mi. Alguien que entienda esta desazón, este sin sabor, este vacío, este hueco en el pecho que nunca se llena, estas ansias. Pero la soledad está bien, así nadie me soporta ni tengo que soportar a nadie. La soledad me sienta bien. Bailar sola me sienta bien. Dentro de todo, estoy bien.

Hoy voy a ver salir el sol por esta ventana, y como no tengo a nadie con quien hablar, entonces escribo, porque es hablar conmigo misma, con alguien que si me entiende y no me miente y siempre está, y siempre estará.


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