Sí, el periodismo es una perra. El periodismo es caicediano. El periodismo es suicida. El periodismo quiebra tu familia y te arranca personas de la vida. El periodismo te castra y te deja solterón. El periodismo te cambia, te manipula, se apodera de tu capacidad de decisión. El periodismo te hace actuar en todo momento como si estuvieras en crisis. El periodismo te hace preparar prematuramente para la muerte y para una muerte prematura. El periodismo te obliga a estar solo y dedicarle la vida a él. Te niegas a estar con alguien porque el periodismo huele a muerte ¿Quiénes son los valientes del periodismo?: los que se casan y tienen hijos. El periodismo tiene un ego gigante, te quiere exclusivamente para él. El periodismo te hace ganar enemistades y terminar relaciones por celos profesionales. El periodismo sabe como hacerte sentir importante, te hace probar la felicidad y de pronto de tirón te hace ver como el ser más insignificante. El periodismo es sabio y te enseña de todo lo que hay en el mundo. El periodismo es sexy. El periodismo es una perra, pero una perra sensible, una perra apasionada, una perra que es capaz de sentir con todo su corazón, una perra displicente, una perra que me hace feliz.
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