Corto de día largo

A mi me gusta ir y ponerle flores a tu recuerdo. Me encanta. Lo hago mientras escucho "Me gustas", "Soñé" y "Mis días". Disfruto recogiendo mis pasos en los lugares donde algún día los di contigo. Me gusta reventarme la cabeza a punta de recuerdos nuevos que desaparecen en un mes, mientras los tuyos siguen ahí, intocables.

No sé si te das cuenta pero, si te escribo, no es solo para sentirme bien, sino para mantener vivo tu recuerdo, fresquito, latente.

Tu me salvaste un día de la miserableza de reconocerme como yo misma, entonces, ahora, yo te salvo del olvido, el que siempre ha sido mi mayor miedo.

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