Los quizá #2

Me levanté con un rencor allá en lo profundo de mis pensamientos. Un rencor que creí que no existía pero que siempre estuvo ahí, escondido detrás de una conformidad y un maquillaje de perdón. Tú me hiciste morir un poquito, y te lo permití sin restricciones en nombre del amor y ¿Sabes qué? A veces hay que ser egoísta y pensar en la felicidad de uno primero que en la del ser amado, porque si yo no soy feliz y si no me siento bien conmigo misma ¿Cómo voy a hacer feliz a otro? Así que partiendo de ahí…

Quizá no eras tan perfecto.
Quizá todos los esfuerzos que hacías no eran suficientes.
Quizá atravesar la ciudad para venir a dormir conmigo era solo lo que debías hacer si querías hacerlo. Era una implicación, no una obligación.
Quizá estar contigo era conformarme eternamente a estar tras tu sombra.
Quizá succionaste toda mi vitalidad.
Quizá tu personalidad absorvió la mía y por eso siempre fui invisible mientras estuviera contigo.
Quizá necesito llamar la atención más de lo que creí, para sentirme bien.
Quizá la culpa es tuya por nunca haber hecho el esfuerzo de cambiar cuando te dije mil veces lo aburrida que estaba.
Quizá me gustan más las drogas de lo que pensé.
Quizá sí me gusta salir de rumba a lugares extraños cada 15 días
Quizá disfruto mucho esos “planes de pobres” que nunca quisiste hacer conmigo y que, en los pocos que hiciste, me hiciste sentir miserable cada segundo con tus constantes quejas.
Quizá todavía te guardo rencor por haberme hecho llorar en los 3 cumpleaños que compartí contigo, gracias a tu actitud.
Quizá eres la peor persona para dar regalos en toda la faz de la tierra.
Quizá me mataste todos los días con tu falta de creatividad en todo aspecto que tuviera que ver conmigo.
Quizá yo misma me quité la perspectiva de mis ojos al ver todo a través de los tuyos.
Quizá esa persona que fuí antes de conocerte es lo que realmente soy, y quizá me guste.
Quizá nunca disfruté las “fiestas” de tus amigos.
Quizá nunca me gustó rumbear en la 85.
Quizá yo también puedo ser exitosa en tu campo de trabajo, porque quizá a mi también me apasiona.
Quizá yo también soy una buena periodista.
Quizá me hiciste sentir la mujer más infeliz cada vez que te levantabas con resaca a mi lado.
Quizá nunca me sentí sexy estando contigo, porque hasta con mi propia imagen me conformé.
Quizá una parte de mí murió cada vez que no querias tener sexo.
Quizá tus amigas siempre me parecieron unas estúpidas decerebradas y algunas otras simplemente unas frígidas básicas.
Quizá duele más de lo que crees el hecho de que nunca hayas querido conocer a mis amigos ni a mi familia, cuando a mi sí me tocó estar con los tuyos, incluso, más de lo que debí.
Quizá me enterraste un puñal en el pecho cuando te di mi regalo más preciado, estas letras, y nunca tuviste tiempo para leerlas, sino hasta ahora cuando ya solo sirve para herirnos.
Quizá te siga extrañando pero ya no quiera nada de ti.
Quizá me faltó más.
Quizá me odies después de leer esto.
Quizá te haga más daño del que creí.
Quizá es la tusa y sus sentimientos encontrados hablando.
Quizá deba arrugar esto, botarlo y volver a tus brazos.
Quizá soy una malagradecida.
Quizá nunca voy a dejar de amarte.

...Quizá después de releer esto me dí cuenta que nunca odié la poesía.

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