Síndrome de abstinencia


9:44 
La dependencia empieza. Quiero vomitar. No me dejo de mover hacia adelante y hacia atrás, adelante, atrás, adelante, atrás…

¿Dónde está? Lo odio, no sé por qué está dentro de mi cabeza. Debí sentirme menos confiada.  A lo mejor no es tan intenso como dicen ni yo tan segura como creí. Debí tomármelo todo con calma como me dijo Camila ¿En qué momento se fue la calma? Qué estúpida, si es que nunca la ha habido. Si es que él es un huracán que viene y lo revuelve a uno y se va y aparece a los dos días convertido en un viento refrescante, suavecito. Qué rico.

Es que me quiero sentir tensionada, quiero sentirlo, oírlo, verlo, pero por un ratico, hasta que me aburra cuando él se esté acostumbrando.

Lo odio ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy escribiendo esto?

... Maldita sea ¿Por qué no paro de escribir?

P. D. Andresito no me influyas que yo no quiero terminar igual a ti, o bueno, de pronto sí. Por algo te admiro, por algo tengo tu foto pegada en la pared, por algo este deseo incesante de peregrinar a tu tumba, por algo mis letras se están pareciendo a las tuyas.

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