Mi viejo

Hubo un hombre muy elegante que fue quien se encargó de recogerme todos los días en el preescolar, quien me llevó por primera vez al dentista, el que me revisaba la ortografía en los cuadernos y me enseñó que ninguna palabra en español comenzaba por doble 'R', el que me dijo que ¿Cómo se me ocurría que los perros eran herbívoros?, el que se le midió a la tarea de enseñarme ajedrez cada vacaciones y se indignaba con cada movida de mis peones, el que me llevaba a cine con la estricta regla de no comprar palomitas porque "al cine no se iba a comer" y me compensaba con un helado al salir.

Ese hombre fue un marinero, que trabajo como banquero, se convirtió en jardinero, y que tuve la fortuna que fuera mi abuelo.

Siempre en mí.