Solo bastó medio día y una noche para que me hiciera sentir que me temblaban las rodillas cada vez que hablaba. Y para que cada momento lo hiciera inolvidable ¿Cómo puede ser posible que un desconocido cause esto?
Llegó y en unas cuantas horas logró llenar ese vacío que venía sintiendo hace tanto tiempo. No sé quien carajos es en realidad ni como lo logró, solo preciso decir que fui la reina del mundo por esas cuantas horas.
Lo odio por mostrarme todos sus errores y aun así hacerme creer que era perfecto, lo odio porque a pesar de su error más grande me hace sentir un deseo inmenso de volverlo a ver, lo odio por mentirme y a mi por creerle.
Los días se sienten nublados, cada minuto que pasa sin hablarme se hace mas largo, el vino no sabe igual si no es el quien lo escoge y todas las conversaciones perdieron interés si no es el quien habla, todos los inteligentes ahora son estúpidos porque ahora sé que él existe.
¿Algún día nos volveremos a ver? ¿Es posible que alguna vez me lo encuentre de nuevo y aceptarle el beso que esa noche le rechacé? Y seguir hablando de lo imposible y de lo que lo hace posible, de cosas más allá dela razón que solo él y yo creemos, compartir algo que nos haga volar y sentir que la noche no acabara jamás.
Hiciste del nombre de un vino la mentira más grande y el deseo mas prohibido ¿Quién eres mi marroquí? Sí, mío ¿Cómo llegaste tan lejos? ¿Por qué te vas? ¿Por qué no me contestas? ¿Por qué no entiendes los mensajes entre líneas?
Las memorias quedaron grabadas para brindar por siempre por los buenos tiempos y Ménage à trois.
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