No es que no pase nada, es que pasa de todo, tanto pasa que al tratar de salir a la vez se bloquea la salida. El todo no encuentra las palabras correctas para liberarse.
Tantas cosas nuevas que no entiendo por qué cada vez que van a salir se siente como algo viejo, como que ya lo escribí, como que ya lo sentí.
Pasa que no sé ni como ni cuando termine metida en este mundo de mierda que ahora me absorbe y es dueño de todas mis preocupaciones. Pretender ser algo, querer serlo, es más fácil que ir y SERLO.
Pasa que ahora vivo con más secretos y con más miedos de los que solía tener.
Pasa que ahora me dan ataques de moralismo intermitentes.
Pasa que no sé que le veo a él, no sé qué es lo que me gusta y lo que me excita y lo que me motiva a arriesgarme tanto, a cambiar tanto por él. O tal vez todo esto no es por él, tal vez él solo fue la puerta de escape que primero encontré para poder ser lo que hace mucho tiempo quería, lo mismo que hace tiempo atrás aborrecía.
Pasa que no sé que le veo a él, no sé qué es lo que me gusta y lo que me excita y lo que me motiva a arriesgarme tanto, a cambiar tanto por él. O tal vez todo esto no es por él, tal vez él solo fue la puerta de escape que primero encontré para poder ser lo que hace mucho tiempo quería, lo mismo que hace tiempo atrás aborrecía.
Pasa que tampoco sé qué es lo que él ve en mí. Siento que lo conozco tanto y que a la vez desconozco más, y me aterra así como también me intriga, me quiero alejar así como también me quiero acercar aun más.
Pasa que no soporto que tiemble cuando me agarra la mano, que sonría cuando me besa. Tengo miedo de quererlo o de que me quiera.
Si vas a ser descorazonado sélo pero sélo completamente que conmigo no tienes que mentir. Porque me carcome que te escondas o que pretendas o que en el peor de los casos SEAS ese tipo tímido con el que soy yo la que se tiene que atrever, aunque sea excitante también es confuso.
Pasa que no soy tan cobarde para dejarle todo al "destino" o a Dios... Excusas de los mediocres. Pero tampoco soy tan valiente para tomar una decisión. Como siempre me quedo parada, inmóvil, inerte a la espera de que la vida me lleve por donde a ella se le antoje, dejando que los demás decidan por mí.
Todo esto es una mezcla de historias familiares, de triángulos amorosos, de amistades perdidas y otras ganadas aunque yo sé que son de mentira.
Odio las sorpresas, esas que han sido la costumbre diaria en estos meses. Es que mas que odiarlas, les temo.
Supongo que así, sin querer queriendo e intentando fue que medio logró salir algo de todo lo que tenía por liberar...
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