Como siempre en esta fecha, no hago mucho por celebrar y los regalos me los dan por adelantado. No es un día muy especial para mí que digamos. Pero importante o no, siempre trae con él sorpresas, alegrías y sinsabores.
Siempre he pensado que a pesar de todo es este día cuando uno se da cuenta de quien realmente lo aprecia. Mis "amigos", solo se empeñaron en hacerme felicitaciones de cajón, un "Feliz cumpleaños, que Dios te bendiga y que cumplas muchos más"...Con lo que odio yo esa expresión, eso se deja para conocidos, uno a un amigo no lo felicita así.
En realidad no sé porque esta estupidez me afecta tanto, viene con tantos sentimientos mezclados. Es ese mismo miedo al olvido, esa fobia de ser igual a los demás, a no sobresalir, a resignarme a ser una más del montón. Al parecer aprecio mucho a algunas personas y el sentimiento no es recíproco. Qué lástima.
A falta de amigos para salir a beber me toco salir con conocidos y terminar vomitando en la casa de un desconocido y besando a otro que hasta al sol de hoy ni me acuerdo como se llama.
Por supuesto el guayabo moral me está matando, pero no más que la tristeza de que más que mi natalicio, yo haya pasado desapercibida.
Pero bueno, no todo es malo. Fue bonito saber de otros que si me aprecian y yo ni siquiera me había dado cuenta. Esa mejor amiga que vive lejos de la cual pude sentir su abraso prolongado a las 12:00. Esa prima que tratando de sacarle provecho a su propia soledad se ha vuelto merecedora de tanta confianza. O esa compañera que aveces menosprecio que me escribió el mejor mensaje del día y me logro aguar el ojo. Y esos conocidos de los que uno no se acuerda y de pronto llegan así a quemarropa y te demuestran su admiración y te logran sacar una sonrisa.
Pero lo extrañé a él, extrañé sus muchos mensajes random en mi muro, su inbox felicitándome, su llamada y la posterior larga charla. Lo extrañé muschísimo, extrañé su abraso cuidadoso. Pero al fin y al cabo mejor así, por fin entendió, me esta haciendo caso y se alejó de mí. Siento que que cada día solo estoy pretendiendo no recordarlo, pretendiendo no extrañarlo. Pero se me va a joder la vida si sigo siendo solo su amiga, aunque me duela hasta el tuétano prefiero entonces que no seamos nada.
Feliz cumpleaños a mi, otro cumpleaños fallido.
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