Finalmente he encontrado el valor para tomar la decisión definitiva de alejarme de ti y alejarte de mí. Por fin todas las cicatrices de tantos intentos fallidos se han transformado en una coraza fuerte.
Ya no voy a ser mas esa confidente con anhelos de algo más, con la que te desvelabas hablando diario, la que encontraba una fascinación en cada suceso cotidiano de tu vida, y que temía no hacer mas parte de ella.
¿Por qué? Porque ya no me escudo en esa frase de "Del ahogado el sombrero", yo nunca quise ser todo eso que fuí. Sí, yo quería desvelarme contigo pero no hablando, quería encontrar fascinación en ti pero que tu también la encontraras en mí.
Y me duele oír tu voz sin escucharte; me duele no poderte decir lo que en realidad me pasa solo por compromisos sociales futuros; me duele darme cuenta que esta coraza ya me hizo perder el interés por lo cotidiano, me hizo comenzar a olvidarte, a dejar de esperarte; me duele oírte preguntar vez tras vez que me sucede con la voz entrecortada mientras entre lágrimas dices que no es justo contigo y ruegas por atención y por calidad de tiempo; duele ver que intentas hablar de lo que me apasiona y lo que tu odias solo para escucharme musitar mas que un monosílabo.
Pero ya no hay nada que hacer, mi decisión es final y definitiva.
¡Como nos gusta aferrarnos a imposibles! Y meternos en la cabeza que los podemos cambiar y que podemos pasar de la dimensión amistosa a otras que nos parecen estar cercanas cuando en realidad las distancias son abismales.
¿Que si he dudado? ¡Claro que si! Hay un momento en que ya uno no sabe si seguir intentando o dejar ir, porque es estúpido esperar algo que solamente hiere, pero por otro lado también es estúpido dejar ir todo lo que alguna vez quisimos con tanta vehemencia. Y si fuera dejarlo ir solo, pero no, lo que mata es el saber que en el camino encontrara muchas que quieran rellenar el vacío y que con seguridad no todas serán merecedoras de los insultos que les diré.
¡Oye tu! ¡NIÑO! Hoy no tengo miedo a decirte: "¿Amigos? !Gas, me vomito!
Hoy mis sentimientos por ti los pongo en la palma de mi mano y con el suave empujón del viento que sale de mi boca, se van a ir volando como escarcha en el aire.
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