Fracciones

La cuestión no está en si tu quieras estar conmigo si algo malo llego a tener. Yo estoy segura de que sí quieres y sí querrás. Tu eres así, afortunadamente. El problema radica, más bien, en si yo quiera estar contigo, en si quiero retenerte a mi lado a pesar de ver como te absorbo tus mejores años, en si quiero ser ese obstáculo en tu vida, la cosa defectuosa que hace difícil tu existencia, en si quiero mantenerte junto a mí para que pagues conmigo los errores de mi pasado y no, no quiero. 

Nunca me perdonaría tener que ser una carga para ti. No permitiría que las consecuencias de mi pasado te alcanzaran a ti también, no a ti que fue quien vino a arreglarlo todo. Preferiría privarme de ti por tu bien y por tu felicidad, así yo me muera de tristeza o de cualquier otra porquería. 

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Es que no pude aguantar más ¿Cómo no quebrarme en medio de esa noche negra con un miedo y una incertidumbre aún más negros que ella? Estaba aterrada, estoy aterrada. Nada raro tendría que en el único momento, más o menos, totalmente feliz que estoy viviendo algo así de malo pasara. O tal vez la única cosa mala que está pasando en medio de todo esto es el miedo con el que vivo.
Menos mal estaban ahí, tus brazos, tu pecho, para absorber mi húmeda tristeza. Siempre me esfuerzo por tratar de no ser tan débil frente a ti y ¿Para qué? Tú sabes y es mejor que sepas.

Ahí ni siquiera estaba yo, tampoco estabas tú. Solo había espacio, tristeza, miedo, incertidumbre, pero había algo mucho más grande que todo eso, tan grande que al final todo lo anterior parecía muy pequeño, era amor.

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Después de la usual despedida nocturna, de los besitos y de los "te amo", que todavía me emocionan y me debilitan el estómago, cerré los ojos.
Acomodé la cabeza en mi almohada, un poco de medio lado, y me imaginé como en esas noches a su lado. Me imaginé recostada en su pecho, siempre tibio, sus piernas abrazando las mías, nuestros dedos entrelazados y el hermoso compás de su corazón.

Lo extraño siempre que no estoy con él, todo el tiempo. Él no es un complemento en mi vida, hace mucho dejó de ser ese "bonus" que me refresca. Hoy es parte fundamental de ella, como el mismo dice, "mi vida pequeña", pero al fin y al cabo mi vida.
Las noches que no estoy contigo son más bonitas si te imagino.

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